Cada agricultor sabe, independientemente de que su cosecha sea papas, manzanas o madera, que la salud de su terreno es un gran componente de la calidad de su producción. También aprenden que ser un buen vecino conlleva su propia forma de fruto y los terratenientes de bosques privados han tomado esa lección profundamente. La vecindad que toca un bosque privado está en una escala que quizás no hayas considerado.
Un bosque en las laderas de las Cascadas quizás sea “vecino” de una tribu nativo-americana del Estrecho de Puget del centro con tan solo cien millas de distancia entre ellos, simplemente debido a que un riachuelo conecta sus tierras. Los peces pasas por ese riachuelo, peces que para desarrollarse necesitan agua fresca y limpia y un paso libre entre los desoves de agua y los grandes cuerpos de agua.
Cuando los hombres y mujeres trabajan en nuestros bosques, pueden llevarse a cabo los actos necesarios para ser considerado un buen vecino.
Los peces, en especial el salmón, necesitan agua limpia y fresca. Esta agua comienza con el mantenimiento de la vegetación y árboles junto a los riachuelos para proporcionar una sombra crítica al lugar donde habitan los peces.
Durante la cosecha de madera en bosques privados, los amortiguadores de la vegetación y los árboles junto a los riachuelos están protegidos, ya que ellos juegan un papel crucial en las vidas de la fauna y los peces autóctonos de Washington, en especial el salmón y la trucha.
Como resultado de las leyes de referencia que los terratenientes de bosques privados ayudaron a crear, esos amortiguadores están siendo ampliados, mejorados y mantenidos en más de 60,000 millas de riachuelos en 9.3 millones de acres de los bosques privados y del estado de Washington.
Los resultados de la amortiguación valen el trabajo: dan riachuelos más frescos para los salmones en desove, suelos más estables y agua libre de sedimentos, al igual que permiten que los escombros caídos naturalmente formen piscinas donde los salmones pequeños puedan descansar y nutrirse.
A medida que la investigación científica expande como entendemos los ecosistemas, el papel especial de los terratenientes de bosques privados sustentando a la fauna y los peces se vuelve más importante.
La protección del hábitat es más que solo la preservación del refugio o el espacio que un animal necesita para vivir. Se trata de entender la función y los patrones de los ecosistemas en los cuales la fauna y los peces de Washington se desarrollan.
Desde el año 2001, los terratenientes de bosques privados han eliminado casi 6,000 barreras para el paso de los peces, restaurando más de 3,800 millas de hábitat histórico de peces.
Este éxito se ha logrado mediante significantes inversiones hechas por el estado y terratenientes de grandes terrenos privados por más de $300 millones – de los cuales los terratenientes de bosques privados han contribuido con $170 millones para mejoras de las carreteras en todo 2013.
Los bosques de Washington son una parte integral de la naturaleza del estado, cubriendo una mitad de su zona terrenal, con la mayoría de esas extensiones cubiertas de árboles existiendo en el oeste de la Cordillera de las Cascadas. Hoy en día, cerca de dos tercios de esas tierras forestales son manejadas por los gobiernos estatales, federales y tribales; mientras que un tercio es propiedad privada. Debido a esta diversidad en la propiedad, nuestros bosques son manejados de maneras igualmente diversas que satisfacen las necesidad económicas, sociales y ambientales.
Los bosques privados están suministrando cerca del 70% de la madera cosechada en Washington cada año, convirtiéndonos en el segundo productor de madera más grande en los Estados Unidos.
Es debido a esta salud económica de la industria forestal—el tercer sector manufacturero más grande de Washington—que los terratenientes de bosques privados tienen los medios y el incentivo para albergar otros trabajos ambientales en los territorios que manejan.
